«- No hay nada peor que un baño tibio, ¿no te parece? ¿Quieres bañarte conmigo?
Echa gel en el agua caliente y humeante, que empieza a espumar. Con el vapor se desprende el aroma a floresta y tierra. Juntos se deslizan por la bañera, frotándose mutuamente con cuidado de no profundizar demasiado, de mantenerlo todo en la superficie, pues su estado de ánimo es tan frágil como las pompas de jabón.»
(La maestra de piano. Janice Y.K. Lee)
La primera vez que probé tortitas fue en el buffet de desayuno del hotel en el que me alojaba con mis padres y mis hermanas y me pareció lo más extraordinario que se podía comer para empezar el día. Me gustó ver cómo las preparaba el cocinero, vertiendo la masa con un cucharón sobre la humeante plancha y consiguiendo una perfecta, esponjosa y redondita tortita, sobre la que se podía echar casi cualquier cosa.
Esta es una versión un poco diferente de la tradicional, pues lleva harina de coco, lo que hace que el sabor resultante sea también distinto, con un ligero aroma afrutado que me gustó mucho. Las «verdaderas» tortitas americanas (o panqueques) se untan con mantequilla y se rocían con sirope de arce, aunque también se les puede añadir pepitas de chocolate, arándanos, manzana rallada, nueces, nutella, dulce de leche…o sea, una auténtica bomba de relojería…¡llena solo de pensarlo!
Aunque asociemos las tortitas a la cultura norteamericana o anglosajona en general, su origen es mucho más antiguo y, sorprendentemente, tiene raíces religiosas. Según cuenta la historia, los orígenes de las tortitas tienen que buscarse en los siglos IV o V d.C., cuando durante la Cuaresma no sólo estaba prohibido por la Iglesia el consumo de carne sino también de manteca, huevos, queso o leche.
Pensé que era mejor usar miel en lugar de sirope de arce, pero eso va a gustos, así que acompañad las tortitas con lo que más os apetezca, aunque os confieso que no cambiaría la combinación que escogí, las fresas están ahora en su mejor momento y contrastan estupendamente con la acidez de los arándanos y la dulzor de la miel…Mañana es sábado, ¿por qué no os animáis a preparar un desayuno diferente? No os llevará mucho tiempo hacer estas tortitas y el resultado es delicioso.
RECETA DE TORTITAS DE HARINA DE COCO CON FRUTAS Y MIEL
Ingredientes:
– 30 g de aceite de coco
– 70 ml de leche de almendras
– 4 huevos
– 30 g de harina de coco
– 10 g de azúcar
– 1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
– 1 pizca de sal
– Miel y frutas para acompañar
Preparación:
Derretimos el aceite de coco a fuego lento, sin dejar que hierva. Lo retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco. Batimos los huevos y el azúcar, hasta obtener una masa pálida y cremosa. Añadimos el aceite de coco ya frío, lentamente.
En un bol, mezclamos la harina de coco, el bicarbonato de sodio y la sal. Añadimos esta mezcla a la anterior y por último incorporamos la leche de almendras y revolvemos hasta que todo se mezcle.
Dejamos reposar la masa durante 30 minutos en la nevera para que espese un poco. Derretimos un poco de aceite de coco en una sartén pequeña antiadherente, vertemos tres cucharadas de masa y dejamos que se haga bien por cada cara. A medida que estén hechas las tortitas las vamos apilando en un plato. Las servimos con miel y fruta fresca.
Deja un comentario