«Una vez más, sigo sin entender porqué hay gente que quiere que todo suene tal y como ellos lo imaginan. La vida es demasiado corta para ser tan aburridamente predecible. El aburrido es usted, caballero”
(Cosas que los nietos deberían saber. Mark Oliver Everett)
Para mis hijos soy totalmente predecible: los martes toca pescado y eso hace que, ya desde que se levantan, me miren con cara de «no me gustará la comida», que os aseguro es totalmente distinta a la de «yujuuuu adoro lo que has preparado para hoy». Da igual que les explique que la dieta tiene que ser variada y que tenemos la suerte de vivir en una isla donde el pescado prácticamente llega a nuestro plato directamente del mar…a ellos no les gusta y me boicotean cada semana la comida de los martes con sus caras de mosqueo…
En realidad me da igual, para mí es un gustazo tremendo ir al mercado los martes por la mañana, con los puestos llenos a rebosar de pescado. Me gustan sobre todo las variedades de temporada de la isla, pues son más sabrosas. Y como el mercado es pequeñito y los de aquí nos conocemos todos, tengo la suerte de que puedo pedir que me lo preparen como yo quiero.
Hoy me he llevado una merluza entera, no era muy grande pero para mis pequeños refunfuñadores habrá más que suficiente. Lo hago siempre así pues me sale más a cuenta y puedo guardar la cabeza para hacer caldo. Creo que, sopesando las posibilidades de éxito, hoy saldré ganando pues la merluza en salsa verde es muy sabrosa y, super importante, solo tiene una espina central fácilmente retirable… 🙂
MERLUZA EN SALSA VERDE
Ingredientes para 4 personas:
– 4 rodajas de merluza,
– 4 dientes de ajo
– 1/2 vaso de vino blanco
– 1 vaso de caldo de pescado
– 1 cucharada de harina
– Aceite de oliva
– Sal
– 1 manojo de perejil picado (las hojas)
– Un buen puñado de almejas
Preparación:
Unas dos horas antes de empezar el plato ponemos las almejas en agua con un buen puñado de sal, para que suelten impurezas. Pasado este tiempo, las enjuagamos y las ponemos en una cazuela con un poco de agua, tapamos y dejamos que se hagan hasta que se abran todas. Las escurrimos y reservamos el agua de la cocción.
Pelamos y picamos los dientes de ajo y los rehogamos con un poco de aceite en una cazuela baja y ancha, con cuidado de que no se quemen. Añadimos la cucharada de harina, removemos bien y rehogamos durante un par de minutos.
Vertemos el vino blanco, el caldo y ½ vaso del agua de cocer las almejas, removemos para que no se formen grumos con la harina y dejamos cocer durante diez minutos para que se trabe bien la salsa. Agregamos el perejil picado, removemos y añadimos las rodajas de merluza, previamente saladas. Tapamos la cazuela y dejamos cocer a fuego medio durante cinco minutos. Agregamos las almejas, dejamos hervir un poquito más y servimos.
Un clàssic que no falla mai a casa.
Boníssim